Si tuviera que describir esta boda con dos palabras, elegiría "muchas risas". Desde el principio hasta el final, la ceremonia y la celebración en el Pazo San Fernando estuvieron llenas de momentos divertidos y emocionantes. El cura, con su sentido del humor, hizo que la ceremonia fuera inolvidable y todos disfrutaron mucho. Pero sin duda, el hermano del novio, Lucho, se robó el espectáculo con su gracia y su corazón tan grande. Todo en un entorno precioso, rodeado de gente maravillosa que hicieron que todo fuera aún más especial. No puedo estar más agradecido de haber sido parte de esta boda y de haber podido capturar esos momentos únicos llenos de risas y amor. Un beso enorme a esta parejaza que siempre recordaré con cariño.